Ir
a esas fiestas donde nadie te mira.
Todos te ven y te sonríen sin juzgar ni tus
rasgos ni tu manera de vestir, todos ahí conviviendo en armonía como si
fuéramos animales sin el poder de razonar, fue maravilloso.
Me recordó, a ese domingo por la tarde cuando
tirado a la sombra de ese árbol gigantesco pude disfrutar de toda su
ecosistema. Un espectáculo tanto visual como sonoro lleno de diferentes
especies de aves todas juntas en armonía a pesar de las diferencias. Parecía
que todas cantaban de la misma manera.
Así
como fuimos ese puñado de personas en la fiesta esa noche.
Que difícil son los días en que la vida pareciera que no nos espera y nos pasa por el costado
Que difícil son los días
en que la vida pareciera que no nos espera y nos pasa por el costado, días
grises que se sienten en lo que algunos llaman alma. Pero que necesarios si he
de ser sincero pienso en lo necesario que son para aprender a valorar y disfrutar
de los días que parece que el mismísimo arcoíris saliera de nosotros.