¿De dónde somos de
los lugares, de las personas, o de los momentos?
Yo a modo personal prefiero creer que somos de
los momentos.
¿Por qué de los
momentos y no de los lugares? tan simple es la respuesta si tan grande es el
país, el continente, el mundo y yo no quiero quedarme atado al lugar en el que
tuve la suerte de nacer. Por supuesto que amo este lugar. Pero no quiero
pertenecerle no al menos hasta poder disfrutar de todo lo que me queda por
conocer. Si habiendo cientos, miles de lugares que esperan por ser habitados
¿porque quedarnos atados a uno? Seria condenarnos a nosotros mismos a ser tan
pequeños en la inmensidad de un mundo que está ahí esperándonos.
¿Por qué de los
momentos y no de las personas? Quizás sea porque es un hecho que las personas
no somos infinitas y ya sea un padre una madre un hermano una pareja un hijo o
un amigo cualquiera sea la relación humana que tengamos con la otra persona en
algún momento se va a cortar. En un orden natural nuestros padres van a tener
su deceso antes que nosotros. Un hijo puede elegir llevar su vida a algún lugar
muy alejado. Una pareja puede irse al igual que una amistad puede ser
terminada. Es por todo esto y algunas cosas más que seguramente me esté
faltando nombrar que elijo creer que somos de los momentos que vivimos.
Para así poder recordar con una carga
más liviana de nostalgia los recuerdos que me acompañan en el camino y con
alegría a las personas que fueron quedando en él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario